Madrid lo ha vuelto a hacer. El Gobierno madrileño sigue empeñado en quererle demostrar al Gobierno central que la Curva de Laffer no miente, proclamándose como la Comunidad Autónoma Española con la menor carga fiscal para sus contribuyentes, incrementando de igual manera su recaudación, según los datos oficiales del Ministerio de Hacienda.
El 1 de julio de 2.025 entra en vigor la nueva rebaja fiscal en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD), pendiente de la correspondiente publicación en el Boletín Oficial Regional y regulado en el Decreto Legislativo 1/2010, de 21 de octubre, del Consejo de Gobierno, por el que se aprueba el Texto Refundido de las Disposiciones Legales de la Comunidad de Madrid en materia de tributos cedidos por el Estado.
A través de esta iniciativa se elevará del 25% al 50% la bonificación para las operaciones entre hermanos y entre tíos y sobrinos por consanguinidad y será aplicable a todo el Grupo III de parentesco, es decir, colaterales de segundo grado, hermanos, y tercer grado, sobrinos y tíos y ascendientes y descendientes por afinidad.
Asimismo, también se aumenta al 100% la bonificación para las donaciones esporádicas entre particulares por un valor inferior 1.000 euros, quedando suprimida la obligación de presentar autoliquidación por debajo de esa cantidad. También se eliminará el requisito formal de otorgamiento de escritura pública ante notario para donaciones no superiores 10.000 euros.
No se trata tan solo de una mera rebaja fiscal para los obligados a los pagos de impuestos, sino también una simplificacion en los trámites administrativos que otorga a los ciudadanos una menor sensación de desconocimiento y descontrol. Esta medida permite que la liquidez que está en forma de ahorros se traslade entre generaciones, pudiendo poner ese dinero en circulación sin tener que pagar el peaje fiscal.